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Por miedo se hacen muchas cosas (o se dejan de hacer)... Mi psiquiatra me dice que le doy demasiadas vueltas a todo, que le busco explicación a todo... Y tal vez debería vivir más y pensar menos.
Mañana me toca sesión otra vez... Voy todos los jueves por la mañana, pero ya sólo me quedan 4 sesiones...
La primera vez que fui, estaba casada, tenía una amante, estaba en tratamiento para hacerme la inseminación artificial y pensaba que mi aventura de un año era una obsesión mía, porque, ¿Cómo iba yo a enamorarme de una mujer 21 años mayor que yo, teniendo la vida tan maravillosa que tenía...?
Hay una persona (Blau) que imagino no termina de entender porqué me pasé un año mintiendo... Sinceramente, Blau... por miedo. Porque las personas somos así, y es cierto que nunca sabes cómo vas a reaccionar en determinadas situaciones de la vida...
Miedo al rechazo, a la soledad, a la incompresión... ¿Que es egoísta y cobarde? Pues sí. Lo es. Cojo el látigo y me fustigo si el mundo quiere... Pero, ¿Serviría éso para borrar lo que he hecho mal? No. Así que se acabó el autofustigamiento y el autocastigo. Me pasó y lo hice lo mejor que supe, que pude o que quise... Cualquiera sabe...
Y es curioso que ese rechazo, esa soledad, esa incompresión que tanto temía, no es nada comparado con la angustia de llevar una doble vida.
Hoy he firmado mi divorcio. A las 11:30 de la mañana estaba a sólo unos pasos de donde firmé mi matrimonio... Y es triste. Y duele. Aunque nadie lo entienda, me da igual. Me duele.
Y si algo he aprendido en las sensiones de terapia es a quererme más, a no pensar tanto y a no dejarme llevar por las opiniones ni las vidas de los demás.
Escucho lo que siento y actúo. Y lloro si quiero llorar. Es mi dolor, mi vida. Y aunque todo ésto suene a explicación, es sólo mi forma de poner en orden mis cosas...
No pienso prohibirme ni tragarme nada más. Porque, entre otras cosas, me he dado cuenta de que yo soy la única dueña de mi libertad.