Diciembre de 2004

Ayer me dijo que soy como una novelista, que necesito los recuerdos, mi historia, una historia para vivir... Me hizo gracia, nunca me han dicho algo así.
Pero casi que le doy la razón... Y no me molesta, cada uno es como es, si yo soy así, pues éso es lo que hay...
Supongo que todo tiene su lado bueno y su lado malo... Como todo en la vida... Pero sí es cierto que atesoro los recuerdos... Porque todas las decisiones que tomé o las situaciones que fui encontrándome en el camino me han traído hasta el punto en el que me encuentro... Y me gusta analizar y poder hacer mi recorrido mental hasta aquí. Ya sé que me sirve de poco, porque la vida siempre te va enfrentando a nuevos caminos, nuevos retos y nunca se aprende del todo... Pero me gusta. Por éso igual ella piensa éso, y tendrá razón...
Aunque también es cierto que lo que ella ha leído de mí, las conversaciones que tengo con ella y todo lo que soy con ella, no lo he sido nunca con nadie. Es como si hubiera sacado a flote a mi verdadero yo, como si nunca hubiera sido yo misma hasta que empecé con ella. Porque, ahora que lo pienso, siempre he intentado adaptarme, amoldarme, me impedía a mí misma vivir a mi forma porque tenía miedo, porque mi madre nunca me dio libertad, porque mis parejas eran mi refugio... Y con ella no me pasa. Ella es mi vida, sí, pero por primera vez en mi vida me siento más libre que nunca. Y es raro, lo sé, pero es así. Es la persona a la que más he amado en mi vida, por la que he llegado a hacer cosas que nunca pensé que haría, pero sin embargo con ella me siento libre de ser yo, como nunca. De sentir, de actuar y de hacer lo que realmente quiera. Y éso me hace amarla aun más...
El título de este post es por los recuerdos... Por éso que dice ella que necesito los recuerdos...
En diciembre de 2004 la conocí. Y recuerdo perfectamente la primera vez que la vi. Como si hubiera sido la semana pasada...
¿Sabéis éso de ver a una persona y sentir algo dentro pero no tener ni idea de lo que es y echarlo al olvido..? Ahora voy a parecer gilipollas porque creo que estábamos predestinadas a estar juntas. Y os digo algo, levantarme por la mañana y verla a mi lado en la cama, preparar el café y desayunar con ella es lo más bonito que he vivido jamás. Porque ella lo que no sabe es que cuando la veo dormir, me siento la persona más feliz de este mundo... Y no puedo parar de pensar lo poco que le pido a la vida y lo mucho que le está costando dármelo... Aunque, todo hay que decirlo... No para de encaminarnos... Con circunstancias y sucesos que cada día nos acercan más... Sólo espero que cuando llegue el momento me deje disfrutarlo... Que me deje pasar los años que me queden con ella tranquila... Dormir y despertar con ella es mi vida. No pido más. Y por mucho que me cueste, por muy difícil que sea, yo seguiré luchando... Ella aun no lo sabe, pero lo nuestro tiene que ser. Este amor que siento es tan grande que tiene que ser.
Siempre me pregunté qué hacía en este mundo hasta que la amé a ella... ¿El famoso sentido de la vida... Por qué estamos aquí..? Mi sentido de la vida es amarla a ella. No puedo evitarlo. No depende de mí. Es inevitable y éso sólo puede entenderlo quien lo pase... Quien lo sienta...
Es más, tengo la seguridad serena de que si algún día tuviese que vivir sin ella, no sería por mucho tiempo.
La única dueña de mi vida soy yo. Y a nadie le importa como a mí. Y yo, no querría una vida sin ella. Es simple. Es así. Sería el "fin de mi novela".

Bueno, lunes...
Mucho sueño, tristeza y problemas económicos que restan romanticismo e ilusiones... Pero hay que seguir caminando...