lunes, 6 de abril de 2015

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Una de las cosas que nunca he aprendido y ya a estas alturas de mi vida, dudo de si aprenderé algún día, es a saber apreciar cuando me siento bien de salud.
Me he llevado unos días mala con un virus de esos que entran y dan fatiga, fiebre y un cuerpo como un trapo... Así estoy desde el sábado por la mañana. Así que este fin de semana que yo quería que fuese especial, no ha podido serlo. Quería que fuese especial porque mañana se va a Madrid hasta el jueves por la noche, y la verdad es que el mundo se me viene encima... Ya sé que no pasa nada, que son 3 días y pasarán... Pero no me hago sin ella... Se me va a hacer muy raro, incómodo, apagado todo... Es como si se llevara la luz... Ya sé que suena exagerado, pero jamás he sentido algo así por alguien... Estos días que estaba tan mala, no quería ni estar con mi madre en casa, prefería estar con ella... Es que no sé explicarlo, pero cuando ella no está me falta lo mejor de la vida. Lo que le da sentido a mi vida. Lo que me hace pensar que la vida merece la pena...
Bueno, que me espera una semana muy difícil... Y a demás, sigo mal con el estómago... Y en el trabajo... Y con lluvia... Vamos, una semana ideal...

1 comentario:

Tuki dijo...

Seguro que antes de que te des cuenta ya estará de vuelta contigo... ;)